La ya conocida como solución islandesa, que fue sacada a la luz tras el referéndum al que se sometió a la banca a pagar lo que ellos mismos habían creado, una crisis marcada por el "terrorismo financiero" con el que querían extorsionar al pueblo islandés.
El mensaje que mandaron a la banca fue claro y contundente.
La cleptocracia neoliberal siempre apela a la internacionalización de los flujos monetarios y a la ausencia de fronteras financieras. Pero esta receta solo es válida, según ellos, mientras haya beneficios. En el momento que aparecen las pérdidas los capitales negativos deben quedar amarrados a un gobierno y a un país para que puedan cerrarse los grilletes sobre los tobillos y las muñecas de los ciudadanos y que sean ellos los que carguen con la pesada losa que otros fabricaron y unos pocos disfrutaron.
Para ellos las deudas sí son motivo de ayuda estatal pero los beneficios que tienen y han tenido todos estos años, deben volar obscenamente a sabe dios donde.
¿Quieren dinero para reembolsar sus inversiones especulativas?, vayan a los paraísos fiscales, abran las cajas fuertes y allí encontrarán una parte de lo que necesitan. Después prueben con las cuentas corrientes personales de los directivos de esas entidades bancarias, algo abrá para ustedes. El resto se perdió como lágrimas en la lluvia por su irresponsable codicia. No esperen caridad de unos honestos trabajadores que nada hemos tenido que ver con sus juegos de monopoly, ha dicho el pueblo.
Este pequeño país llamado Islandia se constituye así en un auténtico faro de la libertad y la dignidad popular.
La riqueza, señores banqueros, solo reside en el trabajo humano, en la tierra y en sol. Ustedes son una clase parasitaria que aspira a vivir cómodamente a costa de nosotros. El pueblo finlandes habló alto y claro para decir … ¡Basta ya de terrorismo financiero!. Métanse sus fajos de papel pintado donde les quepa porque sin nuestro trabajo ustedes y sus billetes se convierten en basura reciclable.
Entrada relacionada: El pueblo contra los bancos islandeses: primera victoria (1er referéndum por la libertad – Marzo/2010)
Claro está, en el resto de Europa, los gobiernos tomaron la medida contraria a la tomada en Islandia.
Que el pufo creado por la banca lo pague el pueblo, ale, que fácil es apretar las tuercas al pueblo y que difícil el obligar a la banca, que fue la que estuvo especulando con tanta basura, a pagar sus platos rotos.
Hombre, si la mayoría de los países europeos adoptaron esta medida, se podría deducir que, como claro está, los señores que nos gobiernan tienen muchos estudios y no son tontos....pues que los tontos somos nosotros, los que tenemos que apretarnos el cinturón una y mil veces y tonto es el pueblo islandés al hacer pagar a los bancos en vez de pagar ellos. Porque según dicen, cuando la mayoría toma una resolución, es que esta en posesión de la verdad, y la minoría es la equivocada..
Y me pregunto yo, ¿el pueblo es tonto?, pues yo creo que no, luego en esta formula algo falla.
Manuel Maneiro